Bueno, han pasado unos cuantos días. La verdad es que no ha sido por desidia el no escribir en el blog, es que no se ha dado la posibilidad de una conexión “decente”.

Al final no pudimos hacer inmersión en Lastovo. Resulta que el tipo del centro de buceo había pagados los permisos pero no había llegado la respuesta del “Ministerio”... esto es como la administración española hace 20 años... sin comentarios.

Partimos de Lastovo. Rumbo: sur de Mljet, una cala llamada Saplunara. Allí una buena boya nos hizo las cosas más fáciles. En la cala un restaurante, dos viejecitos lo regentaban, pero solo tenían llíseras y una salpa. Así que mejor cenamos en el barco.

Al día siguiente rumbo a Dubrovnik. La marina principal de la ciudad estaba llena, así que pusimos gas-oil y nos fuimos a Gruz. El pueblo está al lado del centro de la ciudad, frente a la terminal de cruceros. En Gruz la cosas fueron muy muy fáciles. La marina no es tal marina, es un club de vela, el Sailing Club Orsan. Allí la gente fue increiblemente hospitalaria: buen trato, nos dieron todas las facilidades de conexión de agua y luz, y a un precio extremadamente “competitivo”. Además de que no te ponen límites en la hora de salida... así que cuando llegó Carlos al aeropuerto, no hubo ningún problema para esperarle... pero me olvido algo muy importante... la noche antes llegó nueva tripulación: Raquel y Vanesa. 

Por la noche nos fuimos a cenar al casco viejo. Un restaurante genial tocando a la muralla, en la parte alta de la ciudad, con unas vistas increíbles del caso antigüo. Pero llegó la lluvia, y nos tuvimos que ir de allí sin poder cenar y buscar resguardo más abajo en una terraza a cubierto. La cena decente, platos típicos croatas... buen trato y además el tipo había jugado de joven con un jugador Croata de balonmano del Barça.

Después una vuelta por el centro... nos encontramos a un grupo de chicas españolas protagonizando, según ellas, un capítulo de “Botellones por el mundo”... vamos, se estaban poniendo ciegas de ron malo en la plaza del pueblo...

Al día siguiente esperamos a Carlitos, hicimos los trámites de Capitanía de Puerto, y con todo el dolor de nuestro corazón despedimos a Josep María Ayza... se quedó triste en el embarcadero, pero a la vez contento por la experiencia que había vivido.

Desde allí, y con las pilas puestas por la nueva tripulación, viaje plácido desde Gruz hasta las islas Sipan. Un fondeo muy tranquilo y muy especial por la forma de la isla y el pequeño pueblo que hay en la bahía.

Desde allí, después de dormir placidamente, rumbo Mljet.

Ahora mismo estamos fondeados en Luka Pomena, puerto de Mljet. El sol se acaba de poner en el mar... por detrás de unas pequeñas islas... Esta mañana hemos hecho, por fin, inmersión. La pared baja 55 metros, aunque toda la vida está en los primeros 30 metros. La fauna es muy parecida a la que vemos en casa... sargos, alguna picuda, y a 35 metros una pared con muchas langostas. Bueno, en casa ver langostas tampoco es la cosa más habitual... Se parece mucho a Ibiza, por la luz, por el color del mar... pero sin masificación en las construcciones... se ve mucho más virgen todo.

Mañana visitaremos el parque natural de Mljet... pero eso será otra historia...

El dia a sido perfecto nos hemos zampado unas chullas y unas escorporas  a la parrilla  en el restaurante donde hemos amarrado, esta experiencia la pensamos repetir, asta el vino de casa es bueno.